¿Símbolos que excluyen o que representan?

Es necesaria la aceptación e inclusión de las personas autistas en todos los niveles y brindar la atención necesaria cuando sea requerida.

En esta publicación haremos una reflexión sobre el autismo y la necesidad de una narrativa más inclusiva.

Cada abril, el mes Internacional de Concienciación sobre el Autismo nos invita a reflexionar… pero hoy, más voces dentro del espectro autista proponen cambiar el enfoque: ya no basta con “concienciar”, ahora se trata de aceptar. Aceptar la neurodiversidad como parte natural de la condición humana.

Este movimiento también pone sobre la mesa la necesidad de revisar los símbolos que históricamente han representado al autismo y que, poco a poco, comienzan a quedar desactualizados: la pieza de rompecabezas —que sugiere algo “faltante”— y el color azul —que invisibiliza la experiencia de mujeres y personas no binarias—, están siendo reemplazados por el símbolo del infinito (en colores diversos o dorado), que celebra la variabilidad cognitiva y la riqueza de las diferencias.

Como profesionales de la salud mental y de la educación, este debate nos involucra. ¿Desde dónde nos acercamos a las personas neurodivergentes: desde la corrección o desde la aceptación? ¿Desde el déficit o desde la singularidad?

Sin embargo, como en todo debate hay dos posturas, uno por parte de miembros de la población autista (principalmente adultos) y madres de niños autistas principalmente con necesidades nivel 1. Ellos afirman que:

Actualizar nuestros símbolos, lenguajes y enfoques no es un simple cambio estético: es un compromiso con la inclusión real. Porque lo que no se nombra correctamente, no se comprende. Y lo que no se comprende, difícilmente se respeta. Aunado esto, a la aceptación de las diferencias y a no intervenir terapéuticamente, excepto en problemas de lenguaje.

Mientras el otro punto del debate lo tienen algunos especialistas quienes consideran que es necesaria la intervención en procesos como la flexibilidad cognitiva, La teoría de la mente y la desorganización sensorial, cuando se requiera. Así como las mamás de algunos pacientes autistas con necesidades de apoyo nivel 2 y 3, quienes se identifican más con el símbolo del rompecabezas.

Independientemente del símbolo, es necesaria la aceptación e inclusión de las personas autistas en todos los niveles y brindar la atención necesaria cuando sea requerida.

Finalmente, si deseas saber más sobre el tema, no dudes en acudir con nosotros la Asociación Mexicana de Psicología y Desarrollo Comunitario https://linktr.ee/psicologiaparati

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